Al fin, algo que me ha sacado un poco de la rutina de la búsqueda de empleo!
El día 19 de Noviembre, a punto de acudir a una Jobmesse (feria del empleo) en Munich, me llamaron Jorge y Elia, grandes amigos que andan desde hace unos añitos por el sur de Alemania, en mitad de la Baviera profunda. Disponían de un par de días libres por arrastre de horas (Gleittage), y decidieron ir ese mismo jueves a Munich (que les pilla a hora y media de coche de su casa). Así que me llamaron para vernos, y yo, todo trajeado y encorbatado, que lo fliparon. Después de pasar unas horas juntos, decidimos que me podría pasar la noche en su casa, y al día siguiente hacer turismo por los alrededores.Dicho y hecho: pasamos por casa de Joan, con el que estuvimos un ratito de charla, y recogí unas cosas para la excursión de un solo día. Tras una noche tranquilos en casa, viendo la tele, charlando y echándonos unas risas, nos dormimos a las 2 de la mañana para no desperdiciar la mañana.
Y esa mañana llegó, y hacía un día estupendo, soleado y fresco (que no frío). Cogimos el coche y ruta directa a Burghausen, maravilloso pueblo medieval, perfectamente conservado en su estilo de los últimos 1000 años. La zona está ubicada en un cruce de rutas comerciales que, hace unos cientos de años, giraban en torno al tráfico de sal (¿adivináis de dónde viene el nombre de Salzburgo?). Es la razón de existir de recintos amurallados cercanos a las fronteras, y pertenecientes a nobles (en este caso, se trata directamente de una propiedad imperial) que se enriquecían con este mercadeo, y de paso controlaban sus dominios militarmente.
Lo más curioso de esta ciudadela-castillo (aparte de ser el recinto amurallado más largo de Europa, superando el kilómetro), es que está habitado. Es decir, que teniendo un carácter de monumento protegido, no es un espacio desaprovechado por la ciudadanía como terreno habitable. Imagino (sin saberlo) que no se permitirán obras sin un estudio de patrimonio histórico, ni especulación con los precios. Lo que si sé es que la posibilidad de habitar estas impresionantes instalaciones está altamente restringida: solo personas empadronadas en esta ciudad desde siempre, y tras esperar una interminable lista de espera, pueden disfrutar de este privilegio, y no debe ser barato, no... En la foto, el río que se ve se llama Salzach, que también pasa por Salzburgo, y que sirve de frontera natural entre Austria y Alemania (estamos en el lado alemán).
Desde ahí, tras una visita rápida panorámica del entorno, retomamos el coche y apuntamos el navegador a un pueblo (llamémosle aldea) con más renombre internacional que habitantes. Si, os lo estábais temiendo, se trata del pueblo Fucking. No podía faltar la foto de rigor...
Como curiosidad, para los "motivados", en esta región también se encuentra el pueblo natal del papa Benedicto XVI, llamado Marktl am Inn. Y para los amantes de la Historia, en uno de sus más atroces episodios, también estamos a escasos kilómetros del pueblo natal de Hitler, Braunau am Inn (igualmente es un pueblo fronterizo, aunque es austríaco).
Próximamente, más...