Aún llevando ya bastante tiempo viviendo en Deutschland, hay costumbres a las que no estás habituado por culpa de los muchos años de vivirlo de manera distinta. Me explico mejor: cada cultura es un mundo, y hay diferencias sutiles y no tan sutiles que llaman la atención al que viene de fuera; en este caso, yo.
Voy a entrar en detalles.
Aquí vivo yo. He preservado el economato de lo |
Ascensor: a menos que vivas en una torre (esto es, mas de 4 plantas) o te encuentres en un centro comercial, no busques un ascensor, apenas los encontrarás. No tengo certeza del motivo, aunque las malas lenguas dicen que es por la legislación, que permite evitar costes porque la ley no obliga a instalar un ascensor en edificios "bajos". De esta manera, las viviendas valen menos (comprar o alquilar).
Persianas: solo las he visto en oficinas, de las de rejilla giratoria (creo que se llaman stores, corregidme si me equivoco). En las viviendas no hay más que cortinas, a menudo semitransparentes, o sencillamente, nada. Aquí la explicación es clara, se llama luz. Las ventanas de los edificios antiguos son además muy altas, como las propias viviendas, para disponer de más espacio para la luz, ese bien que tanto escasea en estas latitudes (no quiero ni pensar en Noruega, por poner un ejemplo). Sacrifican intimidad, pero también es verdad que aquí son mucho menos cotillas que en España.
Seguridad: como casi toda mi vida he vivido en la planta baja de un bloque de pisos, he pasado la mayor parte del tiempo "encerrado" en casa. Y llegas aqui y ves que las plantas bajas están descubiertas, sin miedo a que te desvalijen la casa en un descuido. Aquí también hay delicuencia, no nos equivoquemos. Pero las tasas son bastante más bajas, y se da muy escasamente ese tipo de robos de domicilios. Disculpadme, no tengo cifras de esto, pero me documentaré al respecto). ¿Tendrá que ver con una media de calidad de vida mayor? Puede ser, aunque mayor no significa perfecta, que aquí también hay pobres.
Carreteras secundarias: todos estamos sobradamente informados de las autopistas sin límite de velocidad, lo que no conocemos tanto son las carreteras secundarias, entre pequeños pueblos. Yo uso a diario para ir a trabajar una de estas carreteras, para evitar los atascos monumentales que se producen en las horas punta. Que existan en sí no las hace peculiares, lo que para mí las hace especiales es que en cada puente rural que atraviesas hay una señal de tráfico que informa de las velocidades máximas para atravesarlo con coches y camiones, y también con tanques militares. Y no, no son señales viejas olvidadas, son modernas. Supongo que están preparados para otra eventual guerra, al fin y al cabo estuvieron en el ajo de las dos primeras mundiales, asi que quizá les vaya la marcha.
Literalmente, "ruta migratoria de ranas" |
De refilón sobre el tema de las carreteras, mi amigo Stefan, que trabaja en Volkswagen, me ha asegurado que hay viajes regularmente organizados desde China para traer a gente pudiente a disfrutar de la experiencia de conducir vehículos de gamas altas a muy altas, con marejadilla, por las autopistas alemanas en los tramos en los que no hay límite. Todo legal, al parecer. No en vano este país, al menos en ese sentido, es único en el mundo.
Campanas: esta es la nota distintiva alemana que más me irrita. Existe libertad de culto aquí, pero lo cierto es que por influencias históricas, hay dos grandes corrientes religiosas: católicos y protestantes. Y esta hegemonía de uno u otro se deja notar hasta en la forma de ser o en los saludos, es normal (por ejemplo, en Baviera es muy común saludar con Grüß Gott, "Saluda a Dios"). Pero lo que siempre, siempre habrá en una iglesia católica son las dichosas campanitas. En mi caso, vivo a 50 metros de un convento-iglesia dominicano (aunque estoy inmerso en plena región protestante), y su reclamo publicitario funciona todos los días a las 8 de la mañana y a las 6 de la tarde, mas en algunas ocasiones extraordinarias. Me parece muy bien y muy respetable la libertad de culto, pero si quieren respeto, podrían ofrecerlo ellos también. Desde que tenemos relojes, para qué narices necesitamos las campanas? Aún diría más: que pongan un servicio SMS "pásalo" cuando llegue la hora de la misa, y arreglado.
Aquí me lavo yo la ropa. Es de agradecer que me quede a 100 m de casa |
Lo que menos entiendo es que Alemania sea uno de los mayores fabricantes, o por lo menos la sede de las multinacionales que fabrican la mayoría de estos electrodomésticos, entre otros muchos. De hecho, como dato curioso os diré que la sede de mi nueva empresa está en Bielefeld, ciudad del estado de Renania del norte-Westfalia que también es la cuna de Miele, marca por todos conocida (por su alta calidad y precios, y porque aquí se pronuncia Mile, que cuando te oyen decirlo en español no saben de qué les hablas).
La mía de hoy era la 31 |