24/4/11

Excursion a Göttingen

En mitad de la Semana Santa, sin haber planeado ningún viaje a tierras lejanas, he decidido hacer una visita por los alrededores de Braunschweig. El destino elegido ha sido Göttingen (gracias a Marina por la recomendación).

Antiguo Ayuntamiento de Göttingen

Aproximadamente a una hora de viaje, durante la cual se atraviesa la región de Harz (con tradición de presencia de brujas, habilitado para el esquí y con impresionantes paisajes), esta ciudad ha sido habitada por gran cantidad de personajes notables de la política, la ciencia y las letras. No en vano posee una Universidad de afamado renombre, de donde han salido numerosos premios Nobel (un listado de nada menos que 40) de diversas ramas del conocimiento, así como de la Paz.

Precisamente la estatua con más fama de la ciudad, situada en la misma plaza del antiguo Ayuntamiento, está íntimamente relacionada con la vida universitaria de Göttingen desde tiempos inmemoriales. Se trata de la "Niña de los gansos" (Gänseliesel), una pequeña figura de bronce de estilo Art Deco en poder del récord de chica más besada del mundo, debido a que los estudiantes que terminaban su doctorado cumplían con la tradición de besarla.

 
La niña de los gansos (Gänseliesel)

La ciudad se encuentra en medio de diversas rutas turísticas de la región, ya que forma parte de la ruta alemana de los cuentos de hadas (alemán), en mitad del camino de la ruta de veraneo Alpes - Mar Báltico, y por si eso fuera poco, es una de las Nueve Maravillas de Baja Sajonia (junto con Braunschweig, Goslar, Hameln, Hannover, Hildesheim, Lüneburg y Wolfenbüttel).

De paseo por sus calles, uno piensa que se ha parado el tiempo (salvo por los comercios, claro). Y es que todo el centro es peatonal, y sus ediicaciones están en un óptmo estado de conservación. Son esas típicas casas alemanas de entramado de madera, encaladas en blanco o con policromías, que nos hacen pensar que estamos viviendo siglos atrás, en plena Edad Media. La casa más antigua de la ciudad, a pocos metros de la plaza del antiguo Ayuntamiento, data del siglo XIII, y aunque ha pasado por numerosas y necesarias restauraciones, su núcleo de madera se conserva intacto.

Casa dek siglo XIII, la más antigua de Göttingen aún en pie

Otra imponente casa de arquitectura típica de entramado alemán es la Taberna de los Hidalgos (Junkernschänke), aún habilitada como restaurante y con una fachada que exige pararse a contemplarla.

Junkernschänke o Taberna de los Hidalgos


Durante el paseo por su casco histórico, vale la pena mirar algo por encima de nuestros ojos. Hay infinidad de placas que nos recuerdan los ilustres huéspedes que albergó cada edificio, junto con las fechas de su estancia. Matemáticos de la talla de Gauss o de Riemann, nobles, químicos, historiadores, lingüistas, exploradores... cada uno puede tener sus ídolos personales, pero de lo que no cabe duda es de que por sus calles y aulas universitarias se paseó lo mejor del mundo durante varias centurias.

Y es precisamente la fundación de la Universidad en 1734 el hecho que impulsó el desarrollo arquitectónico de la ciudad. La primera clínica obstétrica de Alemania se construyó aquí (Accouchierhaus). Y algo que me ha llamado la atención enormemente, es que en el Aula (literalmente así llamada, en latín, y que es lo que llamaríamos el Paraninfo universitario) albergaba una cárcel destinada a los estudiantes que violaban las reglas de la Universidad. ¿Su nombre? Karzer... sospechosamente parecido a nuestra palabra para lo mismo, aunque nosotros generalizamos el concepto para todo tipo de delitos. Más recientemente, los castigos universitarios reciben el nombre de "recargo en la matrícula" por suspender...

Plaza de la Universidad, frente al Aula, con unos preciosos jardines

La ciudad fue durante mucho tiempo de exclusivo culto protestante, ya que la reforma luterana caló profundamente en la región. Es por eso que el centro histórico está plagado de iglesias evangélicas y luteranas, aunque algún tiempo después se establecieron católicos, y no debemos olvidar la presencia minoritaria, pero siempre activa, de la comunidad judía. Al haber libertad de culto en Alemania, existe también una comunidad musulmana, que tiene su propia mezquita, pero su existencia proviene de fechas más recientes, gracias a la inmigración turca de los años 70 del siglo XX.

Todo el antiguo muro medieval que rodeaba a la ciudad es ahora un anillo de circunvalación completamente rodeado de árboles, que nos regala un paseo inmejorable de jardines, ardillas y tranquilidad a pocos metros de edificios y carreteras. En este paseo se encuentra el monumento a Gauss y Weber.

Monumento a Gauss y Weber

Por último, no quiero dejar de mencionar la existencia de múltiples teatros, que aunque uno es de ciencias, no hemos de dejar de lado las artes escénicas. El edificio del teatro es algo espectacular, quizá no comparable con la Ópera de Viena, pero muy digno de una ciudad volcada en la cultura como es Göttingen.

Teatro de Göttingen

Bueno, espero que esta entrada os haya gustado. Yo lo he pasado en grande con esta excursión, no sólo por todo lo visto y vivido, sino por el maravilloso día de sol que he disfrutado. Estoy pensando en ir a unas termas mañana, para premiarme por lo bueno y majo que soy...

2 comentarios:

Natalia dijo...

Tras vivir en Göttingen casi 18 años, en medio de lo que describes, junto a la Gänseliesel, en la antigua muralla de la ciudad, leo tu post halagada. Aunque no sé si te has excedido en tu generosidad. Aunque la Innenstadt de Göttingen es agradabilísima no es un conjunto amplio de casas entramadas antiguas. Sólo conserva algunas. Un mejor conjunto de Fachwerkhäusser lo puedes encontrar cerca, en Gosslar o en Hann-Münden. En Alemania no hay muchos lugares con casco medieval no reconstruido, como en España.
Por cierto, la Gänseliesel sigue siendo la chica más besada porque la tradición continúa y los doctorandos son llevados allá en un carricoche construido por ellos, con globos y cuchufletas relacionadas con el tema de la tesis. Una vez en la fuente, trepan, depositan un ramo de flores en las manos de la estatua, y la besan.

Lonely Cuchufleto dijo...

Gracias por tu comentario, Natalia. Entiendo que cuando vives muchos años en un lugar, no te parece tan encantador como al que solo está de paso, admirando las cosas bonitas que ofrece. Y te entiendo porque es lo que me pasa con Madrid. Es una ciudad que ofrece muchas de las cosas que puedes encontrar en las mejores capitales del mundo, pero vivir en ella, al menos a mi, se me hizo un infierno insoportable.
Ya he estado en Goslar, también en Salzwedel, en Lüchow y en el casco antiguo de Braunschweig, donde vivo. Hay muchas de estas casas, pero tienes razón en que la mayoría son en realidad reedificaciones que conservan el aspecto exterior, pero completamente modernizadas estructuralmente.