Aunque con un par de días de retraso, no quiero saltarme esta entrada porque la clausura del Oktoberfest tiene un componente emotivo muy importante.
Mi hermana Pino vino a conocer Múnich y de paso el Wies´n (como llaman los nativos al recinto del Oktoberfest, y por extension, a la propia fiesta). Y tambien coincidió ese fin de semana con la visita a Joan y Raquel de un amigo de Mallorca, David, que venia acompañado de otro español y de 5 británicos más, ya que estaban celebrando la despedida de soltero de uno de ellos. En la foto sabréis apreciar cuál es...
Ya os podréis imaginar la de fotos que la gente se queria hacer con la bávara de pelo en pecho. El travestido en cuestión se llama Bill, un tipo muy simpático y que no se cortaba ni un pelo. Joan y yo habíamos hablado del miedo que nos inspiraban un grupo de ingleses de despedida de soltero en una fiesta con cerveza hasta reventar, dada la fama de los susodichos, pero nada más lejos de la realidad: unos tipos estupendos, habladores, bebedores pero con cierta moderación y civilizados.
Esto sucedía el sábado, día en el que es harto complicado conseguir entrar en una de las carpas (Zelten en alemán), asi que optamos por quedarnos en el Biergarten (terrazas al aire libre,en este caso formando parte del recinto de las propias carpas) donde se pueden escuchar las canciones en directo del interior, pero donde también te sometes a las inclemencias del tiempo (en nuestro caso, un sol directo que llegaba a ser molesto).
Y claro, se van bebiendo Mass (las jarras de litro), y se va caldeando el ambiente... y a las buenas llega Joan con un grupo de españoles vestidos de torero. Esto ya fue lo máximo. En la foto podemos ver a uno de ellos sirviendo una loncha de jamón a Joan. Repartieron una buena cantidad de lonchas de jamón entre los presentes, ya fueran alemanes, españoles, los británicos del grupo o quien fuera. Nos hartamos de reir, sin parar de beber cerveza, claro está. Creo que entraron a todas las tias que se acercaron, incluyendo a la camarera, que podría ser la madre de nuestras madres. Incluso traían sus propias banderillas!
Lo último para rematar la faena fue que apareció Toni, otro amigo mallorquín que ya conocía de Aachen, hace unos años, y con el que tengo muy buena amistad. Nos fuimos todos para casa, no sin antes pasar por el McDonald´s de Harras, y llevarnos cinco vasos de Coca Cola para seguir en casa a cubatas. Es que no tenemos remedio...
El domingo medio madrugamos porque queriamos hacer un poco de turismo (comer en la torre china del jardín inglés, ya una institución), y ver algo de la ciudad, que no todo es beber. En la Marienplatz vimos una bici-bar. Tal como lo leéis, una bici en tándem alrededor de una barra de bar, y mientras se hace turismo, un camarero te sirve cerveza, y otra persona (esperemos que sobria) dirige el vehiculo por la ciudad. La foto no es todo lo buena que nos hubiera gustado, había revuelo alrededor, pero podéis haceros una idea. Solo podría pasar aquí...
Y a la tarde, la auténtica despedida del fiestón de la cerveza. Normalmente es un día que cuesta menos conseguir mesa dentro de una carpa, porque muchos alemanes no van (trabajan al dia siguiente), y la mayor parte de los extranjeros tiene que coger sus vuelos de vuelta. Nosotros no, jeje.
Conseguimos con relativa facilidad una mesa, a base de meterse en un hueco y estar atentos a cuando alguien se vaya para ir rellenáandolo y hacernos finalmente con la mesa. Nos hicimos amiguetes de un grupo de austriacos muy majetes. Y tras la fiesta de rigor, llega la hora de la clausura. Cada caseta lo hace a su manera, en la Schottenhamel se hacia con bengalas, a oscuras, y cantando "Hey Jude" de los Beatles. Algo increíble, muy emotivo para todos.
Hasta aquí la crónica de mi Oktoberfest, pero continuaré con otros posts sobre curiosidades de Múnich, de Alemania o de mi experiencia particular por estas tierras teutonas. Aufwiedersehen!
1 comentario:
Q grande el blog Dani!! Lo leo con avidez!
Un abrazo desde Stuttgart!
Toni
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